Justificación

Inicialmente pensado para servir sólo de bitácora personal; hemos decidido retomarlo y reonrientarlo a fin de incluir opiniones relacionadas con el derecho del trabajo y de las condiciones y medio ambiente del trabajo.



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miércoles, 5 de diciembre de 2007

¡Y dijimos NO…!

Quiero empezar diciendo que soy lo que el Gobierno de Hugo Chávez llama oposicionista; es decir, soy militante de la oposición venezolana. En este momento no me atrevo a decir si soy de los “disociados” o de los simplemente opositores, pero lo cierto es que soy de oposición.
También confieso que al momento de escribir estas líneas me embarga una gran alegría por la victoria ajustada que obtuvimos ayer los sectores que apoyábamos al bloque del NO. Sin embargo es justamente este sentimiento el que me impulsa a realizar algunas reflexiones.
Al anunciar los resultados, el Consejo Nacional Electoral nos demostró algunas verdades que deben constituirse en premisas que soporten las conclusiones que apoyen nuestras acciones futuras.
“Nosotros en la oposición no somos mayoría”. Admitir esta hipótesis es algo riesgoso en algunos foros de la oposición, pero creo que es vital que lo asumamos.
Sé que desde el 2002 hemos visto marchas kilométricas, hemos visto actos multitudinarios, pero siempre hemos caído en la trampa de pensar que nuestros amigos son los únicos caraqueños, que el Este de Caracas es Caracas y pero aún, que Caracas es Venezuela.
Pues bien, ayer nos dimos cuenta que amalgamar a mas del 50% de los votantes en la opción del NO costó Innumerables sacrificios de un nuevo actor político, el movimiento estudiantil y es que no fueron sólo las manos blancas, y las protestas originales las que atrajeron a algunos electores a votar NO, fueron además las campañas cara a cara que “los chamos” hicieron en las barriadas y en zonas populares y deprimidas de distintos puntos de la geografía nacional lo que logró el cometido.
Si de verdad siempre hubiésemos sido mayoría, hubiésemos obtenido una holgada victoria y la posición de PODEMOS, de Baduel y de Marisabel no hubiesen pasado de ser meras acciones folklóricas.
Por lo tanto, para poder reunir a mas del 50% de los votantes hizo falta que emergiera un nuevo actor político, sin mácula y sin pasado político; que PODEMOS rechazara la propuesta, que Baduel y Marisabel se pronunciaran en contra y que algunos chavistas se abstuvieran de votar (para no traicionar al líder y no endosar un cheque en blanco) y que otros chavistas votaran en contra de la reforma constitucional (para no endosar un cheque en blanco).
En conclusión: Creo que nunca la oposición ha sido mayoría y todavía no lo es, pero conocer las coordenadas exactas del sitio en donde empezamos la marcha, nos ayuda a planificar el camino para llegar a donde queremos de forma eficiente y adecuada.
“El CNE es sesgado, pero podemos defender los votos”. Antes que alguien me acuse de ser digno de ser enterrado en urna blanca, afirmo esto basado en los siguientes hechos:
El CNE no garantizó una campaña justa para los dos bloques.
El CNE permitió y permite el ventajismo de los sectores oficiales.
El CNE esperó que Chávez le permitiera dar a conocer los resultados (palabras mas o palabras menos, fue lo que yo entendí de la alocución de la madrugada del 3DIC07)
El CNE tuvo que reconocer la victoria del bloque del NO, porque esta vez los partidos tradicionales y emergentes echaron mano de una fuerza de trabajo hasta ahora apática: el movimiento estudiantil.
Por lo tanto, podemos seguir apostando por la vía electoral. No como única vía para recuperar espacios y salvar a la patria de la megalomanía mandante; sino cono vía útil para o bien ir recuperando espacios o bien para legitimar acciones distintas ante el desconocimiento de resultados o el agotamiento de los canales democráticos.
“En la vida no hay atajos”. Aunque tengo profundas diferencias personales con Alejandro Peña Esclusa y aunque no conozco a Pablo Medina, creo que ambos personajes le hacen un flaco servicio al país. Sólo se limitan a ofrecer salidas fast track que asustan a los NI-NI, que nos hacen indeleble la marca de violentos que Chávez nos endilga cada vez que quiere y solo cuentan con los molinos de viento que los siguen.
Estoy convencido que tenemos tres tareas pendientes que conforman una vía segura: Tomar la calle con la protesta pacífica, pero contundente; ir a los sectores menos favorecidos y explicar que la falta de leche, de maíz, de harina, de azúcar y la inseguridad son el resultado de las políticas de Chávez y no sólo de sus comisarios y explotar la vía electoral lo mas que se pueda.
“Hay que salir a construir una mayoría”. Chávez es producto del descuido de los sectores populares. Chávez los conecta explotando sus sentimientos. La conexión es sentimental.
Tenemos que ir a explicar, tenemos que ir a proponer soluciones viables y creíbles, tenemos que construir propuestas que nos conecten con los sectores de base del chavismo y con los abstencionistas. ¿Cómo lo hacemos? Dibujando un país posible, implementando acciones de resistencia civil pacífica tales como acciones sociales en sectores poco atendidos por el Gobierno, sustituyéndolo, subiendo cerro, llegando a caseríos, explicando y hablando mucho.
Otras labores útiles: Explicar que el CNE es sesgado, pero que tenemos formas de defender nuestra voluntad, desvirtuando llamados al fast track, fijando metas posibles, tales como Gobernaciones y Alcaldías ahora, mantener la unidad de la oposición, evitar personalismos y por último llamar a la reconciliación nacional es contraposición al mensaje divisionista de Chávez.
En conclusión: Sólo hemos ganado una batalla, pero que nadie se duerma y sobre todo estemos muy pendientes que tal y como amenazó Hugo Chávez, no pasará mucho tiempo cuando por vía de Constituyente intente su tan anhelada reforma.
Lo ideal es que cuando ese día llegue, encuentre a un país movilizado, en la calle y presto a defender nuestra tan preciada democracia.