Justificación

Inicialmente pensado para servir sólo de bitácora personal; hemos decidido retomarlo y reonrientarlo a fin de incluir opiniones relacionadas con el derecho del trabajo y de las condiciones y medio ambiente del trabajo.



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viernes, 30 de marzo de 2007

El Atlántico 7 de enero de 2007

Llevo varias horas volando en uno de los aviones de Iberia rumbo a Madrid con la finalidad de ir a la Universidad de Salamanca a realizar un Diplomado en Derecho del Trabajo como si nada pasara a mi alrededor.

Lo cierto es que el ejercicio de indiferencia no puede ocultar totalmente la verdad. Siento que mi mundo se derrumba y que mi vida ha sufrido un traspies. Hace unas horas he enterrado a mi Padre lo que me deja totalmente solo.

Es cierto que a mi alrededor hay gente que me quiere y que me quiere bien, gente que no nombro por no querer jerarquizar y por no querer hacer una lista chocante que deje alguno afuera; pero la realidad se impone y lo cierto es que las unicas dos personas que hubiesen dado todo por mi eran mis padres y ya se han ido.

Mi tristeza es única, es grande, es la hija mayor de la soledad que irrumpió en mi vida y que comparte espacio con el ser racional que le da gracias a Dios por la dignidad y rapidez con que llamó a mi padre a su encuentro. Hubiese sido dificil soportar otra vez una agonía larga como la de mi madre.

Un asiento incómodo, dos tragos de Scotch y Mercedes Sosa en mi MP3 con "Gracias a la vida" me distraen, me preparan para cumplir con la promesa que hice en el velatorio y en la cremación: Que lloraría en el avión, solo, con la soledad que me acompaña en este momento.

Lloro, lloro como cuando me quitaban la Tv como juso castigo a una travesura; lloro como cuando perdí a mis abuelos, lloro con el dolor que sentí cuando perdí mi descendencia, en fin, lloro con el dolor de quien llora a su padres fallecidos al darse cuenta que quedaron cosas por decir y por hacer; quedaron tareas pendientes.

Gracias a Dios, gracias por su misericordia....

Ahora me voy a dormir....Todavía faltan muchas horas de vuelo.

La justificación de este espacio.

Hace muchos años, cuando todavía sufría de termocefalia universitaria, escuchaba una canción del cantautor cubano Silvio Rodríguez -Resumen de noticias- y me llamó la atención una frase: "He procurado ser un gran mortificado para, si mortifico, no vayan a acusarme...".

Aunque la termocefalia se curó, hoy veo al socialismos marxista como una utopía y me acerco mas a la social democracia; creo que quiero seguir siendo ese gran mortificado para, si mortifico, no vayan a acusarme.

Como no tengo tribuna pública y tiendo a fastidiar a los oyentes ocasionales de tertulias y parrandas, he acudido al cyber espacio para publicar algunas ideas y reflexionar sobre ciertos asuntos de la vida, de la sociedad, del ocio y en fin, de todo lo que me rodea.

Me disculpo por adelantado en el caso que pueda herir susceptibilidades.

Gracias