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Inicialmente pensado para servir sólo de bitácora personal; hemos decidido retomarlo y reonrientarlo a fin de incluir opiniones relacionadas con el derecho del trabajo y de las condiciones y medio ambiente del trabajo.



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sábado, 6 de mayo de 2017

A propósito del canto al trote...

El gobernador del estado Miranda, Henrique Capriles Radonski, hace unos días mostraba en las redes sociales a un grupo de efectivos de un cuerpo de seguridad del estado, cantando al trote. Lo inusual no es que trotaran cantando al compás del pie izquierdo; lo resaltante es que se lograba escuchar que los individuos expresaban su deseo de tener un "puñal de acero para degollar al maldito guarimbero".
 
Pasé 11 años de mi vida en el Ejército Venezolano -como se denominaba hasta el año 2002- y en infinidad de ocasiones troté cantando al compás, marcado por el pie izquierdo, y es que el Manual de Educación Física de la época recomendaba a los integrantes del ejército trotar cantando, ya que mejora la condición física al exigir mayor gasto aeróbico. Asimismo, todas las canciones estaban dirigidas a infundir ánimo, valor, patriotismo y, en general, recordar los valores sobre los que estaba fundada la Institución.
 
Ahora bien, a pesar de que el ejército debe prepararse para combatir a cualquier enemigo, interno o externo, nunca llegué a entonar cantos que me animaran a matar a mis conciudadanos y menos hacerlo por diferencias políticas o ideológicas.
 
El vídeo viralizado por la redes no permite distinguir si se trata de una unidad militar o policial; lo que le agrega gravedad al asunto, según sea el caso. Si se trata de una unidad policial -policías administrativas, de investigación criminal o de inteligencia estratégica- el hecho se constituye en una acción delictual, toda vez que las policías venezolanas no tienen competencia para matar a nadie; por lo tanto, resulta en una clara instigación al odio hacia una parcialidad política del país que recuerda las transmisiones de radio de Ruanda en la década de los 90.
 
Si el cuerpo de seguridad es un cuerpo militar, debe distinguirse si es la Guardia Nacional o el Ejército Nacional. En caso de la Guardia Nacional, al ser una gendarmería, tampoco tiene como misión principal la de dar de baja a los enemigos internos, a menos que ya haya pasado a servir como reserva del ejército en caso de guerra declarada. Por lo tanto, y siendo que su actuación militar es in extremis, constituye una instigación al odio a una parte de los pobladores civiles venezolanos en razón de su ideología política. 

Si se trata de una unidad del Ejército Nacional, la cosa podría tener matices ya que, ciertamente, para este componente de la Fuerza Armada Nacional, el dar de baja al enemigo, interno o externo, sí es una misión principal; pero el término "guarimbero" no alude a un enemigo, alude a una forma de protesta nacida bajo este régimen acostumbrado a violar cuanto derecho existe, pero que en sí no constituye riesgo para la nación. Cerrar una calle o quemar cuatro cauchos, incluso lanzar algunas piedras, no constituye una acción desestabilizadora de gobierno alguno; a lo sumo es vandalismo, para el que las leyes guardan penas mucho más suaves que la muerte atroz que le desean los efectivos de los que hemos hablado desde el principio.
 
En tal sentido, es importante recordarle al superior o superiores que guían ese trote y a los que lo ejecutan, que en algún momento podrían ser juzgados por ese odio que destilan y no servirá de excusa el hecho de existir alguna orden superior, no podrán esconderse ya que no tienen poder para negociar y siempre habrá un rol de guardia, una orden del día y una lista que permitirá individualizar nombres, sin contar con las delaciones y con el resultado de múltiples "dilemas de prisionero" que conducirán dedos acusadores.